Ante mí y la nada

De ti, de mí, de aquél Engaño colorido, Ostentoso arte, Caudaloso engaño del sentido. Que en tus besos me derrito, Como una vela ardiente de Fuego apasionante. Es el silencio de tus mudas soledades, Que se consumen en mi hambriento Desconsuelo. Es llevarte a un paisaje bucólico; que tú cabello nacarado de luz resonante, toque la calida y húmeda piel de hambre de tú hambre. Mientras cada labio, Lleno de mi blanco entusiasmo Tú gula, llenarme de tu felicidad Y rica dulzura. Loca consumación, de tus labios he probado el éxtasis, de esta aterrada vida, y me he clavado tus ojos de la hermosura dicha de mí desvergonzada vida. Es ir y quedarse, hacia El frenesí de tu ternura: La mirada, de luz De excelente brillantucha. Sal de la cortina blanca, Y dame luz de tu amada Cara, tu dulce cuerpo De brillante hermosura Enséñate ante mí, Mi belleza amada. Es pedir prestada una vida, Para estar a tu lado, y Volver a probar ese calido Viento, cuando tú cuerpo emana Magnificas palabras. Es tarde para de...