Rédes que manejo-

martes, 19 de febrero de 2013

Una carta a quién jamás respondió a mi corazón,



Me dije – es momento de escribir, tenia un cosquilleo en mis dedos, lo sabia siempre lo supe, hay quienes nacen para amar, y hay quienes lo sacrifican. El único amor que he tenido ha sido por las horas que le he dedicado a mi existencia, pinto msi memorias con este sacrificio que hice en aquel momento cuando agarre este pincel, amo sobre todas las cosas mi silencio y mi soledad.

Sacrifique el momento de amarte por aquel espacio inocuo que me has regalado, perdóname por no salir corriendo a gritarte -¡Quédate aquí!, ¡junto a mí!, ¡junto a mis labios!, ¡junto a este desorden que ha hecho tu cuerpo sobre mi cama!, ¡quédate aquí amor mío, que no tengo el suspiro para detener tu silencio, quédate aquí para consumirnos en lumbre  – perdóname pero no pude hacerlo, seria contra natura, seria como un desnudo del Greco sin la intuición de lo erótico,  seria como un beso sin los labios húmedos.

¿Pero dime, donde quedaste?, sí, ¿Dónde quedaste cuando te confronte con un – dime si de verdad, de verdad, tienes necesidad de mí?, ¿Dónde estabas, donde estaba aquel hombre entero quien me decía Te amo consecutivamente, ¿Dónde quedo tu memoria cuando un día me robaste lo único inocente que tenia? Mi sonrisa, a quienes nacen con la sonrisa en los ojos, quienes deslumbran la luz en su boca, a mi no me queda nada, porque la sonrisa me consumió como ceniza,  como canario enjaulado que disipa por su locura , ¿dime por favor, donde quedaste? Que aún tengo tu aroma sobre mi  manos.

Sacrifique amarte porque aun tengo el amargo sabor de tus besos.
Siempre tuyo
DMM.

No hay comentarios:

Entradas populares