El recuerdo

El recuerdo


Al ver, la luz, sentado, frente al espejo, recordé esa canción, que me diste, al conocernos, por primera vez, no sabia, ni quien eras, ni que motivos querías de mi, pero esa simple canción, me hizo sentir que pasabas por etapas, difíciles del alma: yo, que no sabia, que era el dolor, y no sabia que era la vida, tan solo te di, mi hombro para que lloraras, mis oídos, para que te escucharan, mi corazón, para que te sintiere, y mi alma, para que te reconfortara.

“De ti aprendí, que es el dolor, pero el dolor de vivir, el dolor del ser quien soy”.

Tan solo pensé que eran rachas de la vida, y que podías, salir de ese hoyo negro que te estaba comiendo: ¿recuerdas que te dije “Tu puedes salir de ese hoyo, no pienses en los problemas, solo piensa en ti”?, parece que estuve hablando con oídos sordos y un corazón cerrado.
Recuerdo, que una día, sonó el teléfono, yo estaba, en el mundo de la ilusión del amor, (por que eso fue lo que me produjiste, ilusión de amor) desconectado del mundo real, eras tu; tan solo por escuchar, tu voz, de alegría, mi piel se hizo chinita, y mi corazón empezó a latir, como nunca, esa era la voz, que quería escuchar, “la felicidad”, con grandes entusiasmos, me dijiste “te amo, te amo, y cuando te tenga entre mis brazos, gritare a los cuatro vientos te amo”, me moviste, el mundo, y me diste, otro color a mi vida; tan solo pensé, que por fin había encontrado el amor, que por fin, lo tenia, y no te hiba a dejar.

Pinte como loco, mis cuadros tenían matices, de amor, escribí el mejor poema en mi vida: pero tan solo pasaron días, y volviste a entrar a ese hoyo negro que te cobijaba, con mantas, de melancolía, a partir de ahí, solo escuche llanto, escuche a tu corazón que me decía, “la verdad ya no se, que es lo que quiero, y no se si te quiero”, y luego vino un cambio, un cambio radical que diste: entraste en la apatía, cerraste tu corazón, y las puertas del amor (así lo sentí). No se, si el cambio fue para bien o para mal, pero en mi, el cambio fue como si me dieras, un golpe al corazón, y caí, de rodillas, en mi laguna de lagrimas; lagrimas, que no entendía el por que.

“Por fin sentí, el amor, pero del otro lado de la moneda”

Pasaron años, y te desapareciste, de mi mundo, yo seguía esperando, esa llamada de ilusión, sentado, en la silla de la esperanza. Por fin, un día claro oscuro, sonó el teléfono, y eras tu, me volviste a producir esa sensación en mi cuerpo, pero sabes, esa llamada me hizo pensar, “que si uno quiere superarse, la respuesta esta en nosotros”, y al parecer, estabas igual, como te sentí la ultima vez que hable contigo, un poca mas, en el mundo de la apatía; colgué el teléfono, y tenia, un fuerte dolor en mi pecho, así es, era el dolor de la decepción del amor, pero mi terquedad, me insistió, en estar, a lado tuyo, por que creía que podía cambiarte, pero sabes, el ser humano, comete errores, y uno de estos es de cambiar a las personas, pero no se puede, por que en la voluntad, esta, si quieren cambiar, yo lo intente, pero no funciono.

Desilusionado deje mi terquedad, y ya no intente nada en ti, pero una ocasión, te encontré, y me hiciste una pregunta, que siempre he detestado “y ¿Cómo estas en el amor?”, yo al cual respondí, “tengo otra persona, y aparece que me llevo bien”, sabes, te mentí, la verdad es que, no tenia a nadien, tenia la esperanza, de volver a escuchar esa palabra tuya, que me cambiaba mi estado, así es, parece que algo te moví, cuando te dije esa mentira, y por fin escuche esas palabras, que tanto pedía, y con ilusión esperaba “quiero concerté”: por fin llego la hora, el día tan esperado. En el transcurso, al lugar acordado, mi mente divagaba, y pensaba, mucho que hiba a pasar, llego la hora y te tenia frente mis ojos, no lo podía creer, después de varios años, hablando, te tenia frente ami, me acuerdo que lo primero que te dije fue “sigo pensando lo mismo que te dije”, a lagaba tu belleza, tus lindos ojos, tu linda boca, tu linda cara, por fin sentí, el terciopelo de tu boca, sentí, tu calida alma, paso, algo que ya esperábamos, pero fue el BUM, de toda la depecion de este supuesto amor, pensé que hibas a cambiar, que hibamos a estar siempre juntos, pero después de lo sucedido, no volví a verte, ni saber nada, ni siquiera has querido hablar conmigo, pero sabes, ya no quiero saber nada, ni escuchar nada, por que me di cuenta, que una persona que no quiere cambiar, es que sencillamente no quiera cambiar.

Recuerdos, son los que me quedan, como en todo, recuerdos que no he podido sacar de mi mente, que me queman mis pensamientos, pero sabes, yo nunca cierro las puertas al amor, por que yo creo en el, “el amor es como el agua, es una necesidad….”