Estaré ahí

Cuando uno deja de existir, los recuerdos empiezan a vivir. La ausencia, es el fuego al llanto del temeroso olvido de los ausentes, el silencio de los amores, el dolor inconsolable, hora tras, hora. El hueco que deja, esa huida se tiene que llenar, cubrir, para que no se vuelva un agujero negro lleno de tormentos, en ese mismo agujero se cría el Hubiera, esa simple palabra inexistente, que tanto dolor hace sufrir al hombre.

Después de todo, llegan los que están atrás de nosotros, a quitarnos nuestro lugar, y ese hueco que dejaron los ausente se llenan, con nuevos anhelos, a veces de carne y hueso y a veces tan solo, son hermosos recuerdos de las divinas quimeras, o también metas, pero sin dudar, esos huecos no deben de dejarse solos, criando el llanto, los Hubiera, el angustioso dolor, las clemencias de regresar al finito.
Es por eso que has llegado a tapar ese hueco, se que no es igual, y se que pintaras de otros colores, distintos al anterior:

Hermosa perla blanca,
Capullo de amores puros,
Ojos tiernos de dulce vivencia
Pocos días tienes de existencia,
No te tengo asegurada la vida,
Pero tienes asegurada tu dicha.

Así es, pocos días,
Pocos respiros, te espera tanto,
Te falta tanto, por comerte a la vida,
Por crear tu ser,
No eres pertenencia mía,
Ni soy tu pertenencia,
Eres de la vida, de tu vida
Del paisaje que te espera,
Del paisaje que aras,
Solo te puedo dar, los colores para
Pintar tu hermoso arroyo,
Los prados,
Las nubes,
El camino,
La casa,
Tus sueños,
Tus sentimientos.
Permíteme, que te ame,
Sin permitirme prometer nada
A cambio.

Se vienen, muchas cosas, que dolerán,
Lo se, pero voy a estar ahí, no para curarte
Por que la cura la tendrás, si no para
Estar ahí alado tuyo, bien lo han dicho
Los sabios del amor, es silencio fino,
Insoportable, tembloroso.

Estaré ahí, hermosa perla
Blanca del alma, y bella del
Físico… Estaré ahí, en cuerpo
Y sin cuerpo, la permanencia
Del ser, de mi ser, estará ahí.