Desempolvando palabras

He dejado, en un rincón muchos escritos, que se están llenando con polvo de los olvidos; hace poco tratando de encontrar algo, un no-sé-que, que me hizo empezar a escombrar mi cuestionada cabeza, trate de abrir esa libreta, que por muchos años estuvo a mi lado, no es un diario, ni tampoco es una bitácora, simplemente es una libreta de desahogos, y me encontré con mi origen, tenia alrededor de 12 años, y me acuerdo que un día, estando en el estudio de don chofi(amigo de mi abuelo, un magnifico escultor), me preguntó – y tu ¿Qué es tú arte?

“Me han preguntado ¿que es mi arte?:
Es el viento cuando respiras, no es un objeto, es nada comparado con un todo, es el olvido en los momentos de un recuerdo, no es una tela, es el silencio del ruido estruendoso, no son pinceladas inciertas, es el blanco espacio entre las palabras, no es madera que decora, es el guiño de una mirada dulce, no es dinero que compras, es la hoja del árbol apunto de caerse, no es material en venta, es mi vida en pinceladas”

¿Han sentido, como una sola frase puede llegar a resumir lo que esta pasando en su vida?, solo 8 palabras; solo 8 palabras,
Tan solo 8, resume todo,

Y

Despolve mi mente,
Despolve mis pinceles
Y las palabras la tatué en el humo.

“Es la hoja del árbol a punto de caerse”

Delicada manera de quitar el polvo, de los olvidos.
La mente es tan cruel y delicada, que no hay mas explicaciones a tus preguntas, que tus propias palabras, solo bastan desempolvar las últimas palabras escritas.

“Es la hoja del árbol a punto de caerse”.

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