Dicen los niños jugando en aquella tarde, Donde el sol difumina a toda cara mal estética de la impersonal vida, - Somos pinceles que dibujamos nuestra propia vida, que se transforma a cada instante. - ¡somos niños! gritan todas; Todas las caras arrugadas de pasado Ceñidas de olvidados, Maltratadas de destinos, - ¡ja ja ja, somos niños! , ríen los que maltratan su belleza por el elixir de la vida, los que mueren por la arruga en la pestaña, por la cifra que sube cada día, - ¡va, somos niños! Dicen los impávidos seres, los que perdieron a su niño en el estornudo de la existencia; mientras tanto, los niños corren en el paisaje de los sueños, lo diluyen en la bucólica quimera saltan la tabla de la vida con una sonrisa luminosa juegan con su oso imaginario de pedazos resecos de letargos se carcajean de los absurdo, de lo sin sentido se preocupan solamente de sus diluvios de la mente y cuando llega el adulto a pertu...