Ecuación de primer grado con un incógnita.

En el último rio de la ciudad, por error
e incongruencia fantasmagórica, vi
de repente un pez casi muerto. Boqueaba
envenenado por el agua inmunda, letal
como el aire nuestro.
Qué frenesí
el de sus labios redondos
el cero móvil de su boca.
Tal vez la nada
o la palabra inexpresable,
la última voz
de la naturaleza en el valle
para él no habia salvación
sino escoger entre dos formas de asfixia.
Y no me deja en paz la doble agonía,
el suplicio del agua y su habitante
Su mirada doliente en mí,
su voluntad de ser escuchado
su irrevocable sentencia.
Nunca sabré lo que intentaba decirme
el pez sin voz que sólo hablaba el idioma
omnipotente de nuestra madre la muerte.
Letras de "Álbum de Zoologìa" de Josè Emilio Pacheco y Francisco Toledo,
pag. 22.
pag. 22.
Fotografìa editada por Dìdac.
Comentarios
Bikiños muchos niño.
aveces siento que todos somos peces,
y que ese último rio de la ciudad podría ser
cualquier calle de la ciudad, pueblo o ranchería.
Saludos y gracias por leerme (:
.Daniel.
p.d: que bellos son tus cuadros..
aveces siento que todos somos peces,
y que ese último rio de la ciudad podría ser
cualquier calle de la ciudad, pueblo o ranchería.
Saludos y gracias por leerme (:
.Daniel.
p.d: que bellos son tus cuadros..
¿Sigues teniendo el mismo cel?
¿Quiero ir al Prostíbulo!