Y como si fuera la cortina de noche que se abre para dar lugar al día, voltee mis ojos y vi aquél mundo; aquel taller ruidoso, sucio, rudo, pero estéticamente bello, donde mi padre alquimista, forma infinidad de cosas, y se las ingenua para formar imposibles objetos, ¿y como no me puede dar cuenta?, si el trabajo de mi padre es perfectamente geométrico, impecable, y pensar que aquel señor que da infinidad de objetos para poner los espacios habidos en personas, no tuvo ni siquiera la posibilidad de aprender a base de una escuela, si no la única escuela fue la vida, mi padre es totalmente empírico, es prueba y error, prueba y error, y cuando el error sucumbe su trabajo, el mismo error se vuelve prueba.
Aquél personaje que ví, me impacto tanto que me quede quieto observando una cortina de chispas que salían en la fricción del aluminio, como si echara polvos mágicos e hicieran combustión con lo imperfecto, o aquélla luz intensa como flash acumulado, soldaba el mismo aluminio esos pequeños toques de electricidad me cegaban… me fascino todo ese mundo, aquél personaje era mi padre, y yo baje a mi exilio con una enorme sonrisa.
6 comentarios:
Bellísimo, todo un homenaje, un auténtico homenaje.
Únicamente por eso quisiera tener un hijo, pero que fuera como tu y descubriera un día mi lugar de trabajo para hacer una descripción como la que has hecho tu del taller de tu padre.
Me has conmovido.
Yo pensé que no te podía admirar y querer mas de lo que te quería y admiraba antes de leer esta entrada que me presenta otra faceta del Dídac que amo.
Areko; aaaay! areko me vas hacer llorar!. :) muchos abrazos y besos!.
Pocas cosas hay en la vida como tener a tus padres aún cuando ya eres un "adulto"...admirarlo es todavía mucho mejor.
Cuídale mucho...un abrazo fuerte niño!!
Mayte: afotunado que todavia los tengo... :) un beso enorme y una abraazo fuertee mayte!
me quedo con la imagen de un hombre creando una cortina de chispas...
abrazo
Fausto: que mlagor que pasas por aqui!. :).. muchos besos!.
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