Rédes que manejo-

miércoles, 2 de junio de 2010

No era nada




Era una noche pesada, el aire lo decía todo, temblabas y justificabas que hacia frió, no había frió, jamás lo hubo, era el nervio que te decía lo que iba suceder, y paso; paso todo, tu temor me estremeció pero tú animal me seguía comiendo entre tus brazos, y el animal feroz que penetro mi espalda me lo decía, temor a todo, pero no parabas, seguías, y yo lo sabía con fieras no se juega porque te matan, te carcomen, te olvida y te abandonan, presas del libido, y olvidos de experiencia



Me lo pregunte, lo pensé ¿ hubiera sido distinto?. Amar, eso me lo negaste cuando me preguntaste ¿y luego que sigue?, yo te lo dije con voz muy clara, amarnos, y lo negaste, como negaste mi cuerpo en todas esas noches, como negaste el olvido mis palabras en aquel ultimo suspiro, y lo negaste todo, como lo niegas ahora, y es que fue mi impulso lo que me respondió, esa noche solo necesitaba un abrazo, solo eso, pero eras incapaz de dármelo, aquella noche me sentí sucio, violado, desamparado, contenido en lagrimas, pero lagrimas no eran la respuesta ni siquiera la que te respondí, no era nada, no era nada.



Jamás paraste de hablar, ¿Qué buscabas?, respuestas, eso era hombre de respuestas sin ninguna pregunta formulada, y toda la noche no paraste de hablar, y yo solo quería desvanecerme en los puntos infinitos del techo, y lo hice y lo imagine todo, todo, si el hubiera; el hubiera me lo revelo todo, y moriste en mi pensamiento, moriste porque igual ahí me negaste, y porque ahí mismo, ahí mismo en aquel cuarto casi vació te lo dije, No lo sé, porque yo solo me guió por mis impulsos, y volviste a negar el cuerpo que devoraste sin masticar, el cuerpo que te hizo cuestionar tus creencias, el que ahora te sucumbe en toda el pensamiento y gritas por una sola respuesta, este cuerpo que te hizo indeciso, este cuerpo que te hizo subir las calderas, este cuerpo que ahora se compadece por tu vida, y este cuerpo que jamás devoraras, porque ahora yo no soy la victima, y es que no fue nada, ni el cuerpo ni el amor, simplemente nada.



Fotografía: hace varios años, de Dídac

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que dirá la fiera que no puede dejar de hablar buscando respuestas, rompiendo expectativas huyendo en ti y cuando cierra los ojos lo cuestionas y no sabe que contestar en su ceguera.

Genial las dos entradas.

Besos y mas besos

 Mayte dijo...

La fiera no era más que un pobre humano que se oculto en su disfraz para no mirar más allá de la piel.

Todo es nada y nada a veces suele serlo todo en un momento que también, para bien o para mal, se vuelve polvo.

Un abrazo niño.

Pinche Vieja dijo...

O sea?? Yo tengo todas las respuestas!!

Trompazos!

B. Rimbaud dijo...

Me encantó la imagen...

dehg dijo...

Que feo se siente ser negado, saber que se amó por nada.

Saludos tocayo! :)

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