
Óyeme, yo como mujer, como tú, soy inmensamente dulce
Dulce como tú, tierra como tú, mujer como tú
Amo todo lo que se reparte en música, como decía Neruda a veces
Voy a mezclarte Pablo, voy a mezclarte con la cosa más hermosa que es la música
Que es esto que estamos haciendo, que estamos diciendo
Soy muy pequeña y muy chiquita para igualarme a
Tú
Tanto que amo las cosas hermosas
Es un parto eterno tu existencia y la mía
Nací pequeña y voy a morir no grande, voy a morir una tarde, voy a detener los pasos
No existe, no existen no ser, seguiré siendo Chicalculicue
Seguiré oyendo esta música celestial que Dios ampare
Que Dios proteja, que Dios me oiga
Hasta luego corazón de la tierra
Hasta luego amor de mis amores
Me voy... hasta luego.
Fotografía; "mujer" de Jenny Seville.
4 comentarios:
Ojalá que no muera ese espíritu prehispánico, que llegue hasta nuestros descendientes, aún cuando nosotros muramos. Es nuestra identidad.
Es muy padre cuando voy por la Biblio Central y veo las escalinatas hechas de piedra volcánica, o las pocas veces que he ido al Anahuacalli, o me encantó cuando fuí al Museo de Antropología e Historia e iba recorriendo las salas. Parte de esa cultura la conservamos y ojalá así sea durante muchos (¿por qué no?) siglos a futuro.
Que así sea aún cuando nos vayamos de aquí.
Saludos!
Oyeme, yo como hombre, como tu, también soy dulce, dulce como la tierra, fuerte como la montaña, candente como el sol y con todo ello puedo amar, amar tu obra, amar tus palabras, amarte a ti.
Nací pequeño y moriré grande porque tu presencia en este universo me ha hecho crecer.
En tanto mis pasos se detienen seguiré contemplándote en tu todo que Dios ampare.
Yo como mujer me complazco en tus letras, en las ajenas y en las que haces tuyas y compartes con nosotros.
Besos muchos niño...con cariño, lo sabes ;)
Me gustó la pintura.
Publicar un comentario