Rédes que manejo-

lunes, 18 de abril de 2011

Confesión de un tercero

Me estaba como Lola contemplando la mar desierta de lujuria

en un torbellino de semen disparado, de frenesí ninfomaníaco

que desembocabas como tropo en aquella fémina. Si tu me mientes

susurrando a fuego lento, justo aquí, muy pegadito a mi boca,

reconozco que me enloquecen tus carnes, reconoce que te ha

enamorado de las mías, así que si me mientes, que sea dentro

de mi boca. Si me hablas a mi no uses la lengua, si quieres

que ande no uses la cuerda que yo estoy aquí como esta la niebla,

así que tócame por el hombro, y gírame con un brazo que me rodeé

todo entero y engúllame en un beso. El ardor del deseo quema

todo razonamiento existencialista y disuelve todas las amarguras,

consume toda reflexión, una vez que uno se alimenta ya no puede

dejar de paladear. Soy tu tercero, tu lolita, el que termina consumiendo,

lo que las féminas no desean, y ahora resulta que me siento, más triste

y solo. Cuando eres raíz deseas tierra.



Fotografía; Boceto a tinta negra sobre opalina de Dídac

2 comentarios:

Mayte dijo...

"si mientes que sea dentro de mi boca"

Fulminante y lleno de pasión y entrega...me encantó sencillamente me has hecho vibrar.

Un abrazo, niño, espero que no sea despedida eh...aunque yo si que vengo a despedirme por unos días, me voy de vacaciones y suelo desconectar de todo...mi tiempo en soledad para agitar la locura, así que disfruta mucho y te leo pronto, en cuanto vuelva.

B. Rimbaud dijo...

Puff...un trastorno dyonisiaco... lleno de temblores, de sexo, de nostalgia, de necesidad, lleno de ti...

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