Intento atrapar la lluvia
entre caricias y besos
sobre tu pecho firme y anguloso
pongo el mar del deseo, que es un cuerpo
en el que otro indaga sudosos
mi lengua allí descubre
dos botones encarnados,
y más abajo un montón de secretos.
Con afán de búsqueda de susurros,
navega venturoso con vocación de náufrago.
y ahogarme en la dicha de tus labios
en cada vibrante duna de piel dura y dorada
como si esa pequeña muerte fuera
aquel beso interminable y jamás suspirado
que prende en cada uno en calentura
incurable y mortal, sin acabarnos.
Surcar entre la isla de tu cuerpo
Y perder el limite de los sentidos
Son tus labios un carmesí infinito
de un nuevo viaje,
el gozar una regla de sus normas
y un feroz requisito amar en lo desconocido.
Fotografía; "De lo sensual masculino III", óleo sobre fibracel forrado de lienzo, de Dídac.
2 comentarios:
Crudo, bello, hiriente y apasionado, como me gusta...y mucho.
Un beso, niño ;)
Es aqui donde se puede leer la lijereza de las letras que pueden provocar caricias a las pieles reptilescas.
Dime...
¿Que tengo que hacer para ser digno de las musas que a ti te hacen el amor?
Nos leemos.
Hades.
Publicar un comentario