Permanece tu perfume entre mis manos,
Convertido en ceniza
ellas limpian mis dedos
de los despojos de si mismas
en la intención de rozarte el cuerpo
con los dedos
¿No ves, ahora, en la noche,
las yemas iluminadas?
He descubierto la gloria de desear ser piedra
Pero es sólo un fulgor que no puede durar
así los reflectores de tus ojos
resonarían siempre en mi paladar tallado;
como tampoco
duraba el fuego de tu cuerpo
entre mis brazos.
Y así, mis manos deben entregar
ahora tus cenizas a las tinieblas
te alojaría siempre,
como se aposenta una palabra
del viento, que, invisibles,
en la sien del delirio.
Tu cuerpo seguiría latiendo
en la memoria de mis muslos
o en el temblor secreto de los mundos
fotografía; Dídac "luz de luna"
3 comentarios:
Delicada fortaleza del deseo....en tus palabras!
Besos.
Te admiro en todo tu Dídac y en todo de ti.
Besos
Cuanta melancolia amigo amante.
Muchos saludos y abrazos,mismos espero te sirvan como soporte apara esos momentos en mas deseas.
Hades.
Publicar un comentario